FRANQUISMO EN LA LEGIÓN?
En días pasados he visto una fotografía en la que varios "caballeros legionarios" sostenían, desplegada, una bandera preconstitucional (franquista, para entendernos) con evidente satisfacción. La citada foto no parecía muy antigua, pudiéndose fechar, como muy tarde, unos pocos años después de aprobada la Constitución de 1978.
Evidentemente el Ejército español no ha ido evolucionando al compás de los tiempos, y al parecer el Régimen sigue sin acabar de erradicarse de las mentes de quienes, por imperativo de la ley, deberían ser los primeros en arrinconar "viejos símbolos", dejando para el terreno personal ideologías y creencias. Una democacia no se construye mirando hacia atrás, sino acatando la Carta Magna aprobada por la ciudadanía y sancionada por don Juan Carlos I de Borbón al poco de ser proclamado Rey de España por las Cortés Generales.
El ministro de Defensa, como máxima autoridad militar tras don Felipe VI, debería haber tomado las medidas pertinentes para cortar de raíz cualquier foco de "nostalgia del pasado", habida cuenta de que precisamente el Ejército debe ser el garante de la transición de la dictadura a la democracia. Precisamente la Legión, como tropa de "elite", es la que debe dar ejemplo de disciplina y obediencia; las ideologías y las creencias son libres, pero deben quedar en el ámbito "personal e intransferible" de cada uno, sin que interfieran para nada en la marcha normal del país. Vale.
Evidentemente el Ejército español no ha ido evolucionando al compás de los tiempos, y al parecer el Régimen sigue sin acabar de erradicarse de las mentes de quienes, por imperativo de la ley, deberían ser los primeros en arrinconar "viejos símbolos", dejando para el terreno personal ideologías y creencias. Una democacia no se construye mirando hacia atrás, sino acatando la Carta Magna aprobada por la ciudadanía y sancionada por don Juan Carlos I de Borbón al poco de ser proclamado Rey de España por las Cortés Generales.
El ministro de Defensa, como máxima autoridad militar tras don Felipe VI, debería haber tomado las medidas pertinentes para cortar de raíz cualquier foco de "nostalgia del pasado", habida cuenta de que precisamente el Ejército debe ser el garante de la transición de la dictadura a la democracia. Precisamente la Legión, como tropa de "elite", es la que debe dar ejemplo de disciplina y obediencia; las ideologías y las creencias son libres, pero deben quedar en el ámbito "personal e intransferible" de cada uno, sin que interfieran para nada en la marcha normal del país. Vale.
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