INDIGNACION

Acabo de leer en el diario "Público" que a una sesión del Senado donde se iba a debatir -al parecer- el tema de los problemas psicológicos de los reclusos, acudió la señora ponente (doña Mercedes Gallizo, creo que se llama) antes que los miembros de la comisión que eran, creo, 26.

Cuando entraron los 3 ó 4 primeros senadores, la Sra. Gallizo comenzó la exposición de su ponencia mientras se iban incorporando a sus puestos, paulatinamente, ¡hasta 10 senadores! de los 26 que componían la comisión. Uno de los senadores, posiblemente víctima del "surmenage", se retiró 5 minutos antes de que terminara la sesión y quien debía presidir la Comisión, creo que un Senador del PSOE, apareció ¡cuando ya la ponente había acabado su intrevención!

Díganme si no es una vergüenza el hecho de que unos señores, elegidos "libremente" por nosotros y que cobran sus sueldazos, dietas, coches oficiales y demás prebendas de nuestros bolsillos, actúen de esa forma tan irresponsable. Deberían tener "plena dedicación" y así no tendrían excusa ninguna para no ir a su "trabajo". Si estuviesen en la empresa privada ya se habrían enterado de lo que vale un peine; hay entidades que están "reduciendo" (me encanta ese eufemismo) personal aunque están obteniendo beneficios, cosa que será lógica en el sistema económico, pero que yo, pobre lego en la materia, no comprendo.

Dicen que en España hay dos cosas inútiles: la Constitución (que nadie cumple) y el Senado; eliminemos entonces a este último y "pongamos al día" a la primera, sobre todo los Arículos 16 y 21.