AGUJERO NEGRO

Esta mañana se me ha amargado el desayuno cuando he visto la espectacular subida de las cifras del paro; es tanto lo que me ha impresionado que no he mirado siquiera las fotos "imprescindibles para estar al día" de la boda principesca en Londres.

Dicen que un pesimista es "un optimista con experiencia", pero como ésto siga así no vamos a encontrar en España ni quien nos venda un diario; lo malo, según he leído en días anteriores, no es que suba el paro -que ya, ya...- sino que empresas que están obteniendo beneficios están prescindiendo de personal, y ya andan como locas buscando a ver qué ERE les sale más barato.

Si fuese un mal pensado (que lo soy) creería en una nueva "teoría de la conspiración", pero esta vez llevada a cabo por la Gran Patronal y la Banca para ver si así consiguen que el país descarrile -a ellos les da igual: tienen "la pela" segura- y se adelantan las elecciones. Entonces, con el PP en el Gobierno, se podría ir recuperando el empleo con sueldos de post-guerra, jornadas laborales interminables, horas extras casi gratis y obligatorias (y más cosas que se me ocurren, pero no quiero dar ideas).

Da la casualidad -y ya digo que no quiero pensar mal- de que conforme se va acercando la mítica fecha del 22-M se van endureciendo las condiciones económicas del país; parece como si "alguien" quisiera poner palos en las ruedas para que el carro se quede definitivamente parado, para alegría y regocijo de "los de siempre" (y no quiero señalar).

Para empeorar la cosa tenemos a un señor que no sé cómo ha obtenido una cátedra en una universidad estadounidense -bueno, me imagino por qué ha sido- que se dedica a ir por el extranjero poniendo a la política económica española (que ya está en la UCI) como hoja de perejil, con lo cual los organismos internacionales no quieren saber nada de nosotros (bueno, los chinos sí, pero vaya usted a saber en qué condiciones). Creo que a ese "señor" le podían aconsejar los suyos -si se atreven, que esa es otra- que mantuviese la boquita cerrada ya que así estaría más guapo (cosa, por otra parte, imposible, sin pasar por Lourdes).

Lo paradójico del caso es que a mí el señor Rajoy me cae bien, aunque no le veo "carisma" de líder, pero según "malas lenguas" cuenta con un "presidente en la sombra" para ayudarle a enderezar el país.

SCARPIA