EL DOLOROSO ASUNTO DE PARACUELLOS

Hace unos días llegó a mis manos una hoja de no recuerdo qué diario en la que se decía, más o menos, que "el prestigioso hispanista Paul Preston había hallado pruebas suficientes sobre la posible implicación (no dice asesinato) de D. Santiago Carrillo en los luctuosos sucesos de Paracuellos.

Seguían una serie de críticas sobre si lo habían nombrado "Doctor Honoris Causa" por no sé qué Universidad e hijo predilecto de tales o cuales localidades. Como comprenderán, ésto me llenó de asombro.

Luego, reflexionando, me acordé de que a "Paca la Culona" (no quiero poner el nombre del Oprobioso) le habían dispensado los mismos honores, estribando la diferencia en que en Paracuellos habían sido asesinados no sé si 2.000 ó 3.000 personas y en la "España Nacional" (con el beneplácito del Dictador) se asesinaron alrededor de 150.000, muchas de ellas en las localidades donde triunfó el golpe de estado, sin que les diese tiempo a "quemar iglesias" ni "matar curas".

En Málaga hubo un capitan apellidado Huelin que, al fracasar el golpe, fue fusilado junto a otros curas y seglares, todos "presuntos cómplices" del golpe.

Su viuda (que ojalá arda en los infiernos) se dedicó a ir a la cárcel de hombres todos los días, exigía (sic) al Director que formase a los presos y les iba pasando revista señalando con el dedo a los que a ella "le parecía" que habían ido en busca de su marido para fusilarlo; en poco tiempo se fusiló por su culpa más hombres de los que se podían reunir en cualquier sindicato.

El Director de la cárcel, en un gesto que le honró y que le pudo costar algo más que el puesto, infiltró un día entre los presos a varios funcionarios de la cárcel; ¡cuál no sería su sorpresa cuando aquella "señora" señaló a cuatro de los funcionarios como integrantes del piquete!

Ante este hecho, el citado Director solicitó (¡y logró!) que aquella "dama" de la "alta sociedad" (y supongo que católica, como se llevaba entonces entre la "gente de orden") no volviese más a la cárcel a identificar prisioneros. El difunto capitán tiene hoy una calle dedicada a su memoria en Málaga.

Dado que en ambas partes hubo salvajismo (en unas más que en otras) creo que, a pesar de que mi madre estuvo "represaliada" cuatro años en la cárcel por una denuncia falsa (de las que tanto abundaban), debe echarse ya de una vez tierra al asunto e ir pensando en que las nuevas generaciones no crezcan con ese odio en los corazones, transmitido de padres a hijos.

SCARPIA