SEMANA SANTA

Pues señor: ya tenemos otra vez aquí la menos santa de todas las semanas del año, que es, aparte de la Romería del Rocío, donde más se bebe y más broncas hay, sin contar con que a pesar de que estamos (eso dicen) en un Estado Aconfesional -que no Laico, no se me amontonen- los no creyentes o simplemente indiferentes tenemos que tragar durante al menos dos semanas (traslados incluídos) las fanfarrias de trompetas y tambores, que a algunos nos ponen "de los nervios".

No comprendo por qué regla de tres por el hecho de que a unos señores (llámense cofrades, hermanos o del Partido Comunista del Niño Jesús de Praga) les dé por pasear a sus Sagrados Titulares -que el resto del año están en las iglesias más solos que la una- tengamos que tener la ciudad partida por la mitad y totalmente paralizada; no quiero ni pensar en que en la calle Marqués de Larios (donde está la Tribuna de los Ricos y el "gran actor" Antonio Banderas "se sacrifica" y ve las procesiones tan ricamente desde un balcón del Hotel Larios) se produjese un incendio o a algún espectador le diese un infarto; ¿por dónde entrarían los coches de bomberos o las ambulancias?

No sé si al principio lo habré dicho: soy malagueño y habito en Málaga desde hace 67 años, pero ello no empece para que me ciegue la pasión por la Semana Santa a la que si de paso le quitasen el oro y la pedrería que llevan los ídolos (perdón, quiero decir Imágenes) y el acompañamiento militar se iban a ver las procesiones más solas que la Virgen de los Servitas cuando sale el Viernes Santo.

Estoy -no podía ser menos- a favor de que cada uno tenga las ideas o creencias que considere oportunas y las respeto lo mismo que quiero que me respeten a mí, pero...¿sería mucho pedir que no entorpecieran aunque sólo sea una vez al año el normal desenvolvimiento de la ciudad? ¿Es que tenemos que tragarnos las procesiones por el método del "¡trágala, perro!"?

Si decido quedarme en casa es todavía peor, porque las distintas emisoras de radio y cadenas de televisión locales están todo el día dale que te pego con las retransmisiones, desde que sale la primera procesión hasta que se recoge la última. Es agotador.

No quiero despedirme sin referir una anécdota que sucedió hace ya algunos años cuando le comentaron al entonces Presidente de la Agrupación de Cofradías lo que se comentaba sobre el interrumpir el tráfico y partir la ciudad en dos, y el buen señor no tuvo otra cosa que decir que lo siguente: "Al que no le guste la Semana Santa, que se vaya estos días de Málaga". Todo un ejemplo de humildad cristiana.

 

SCARPIA